martes, 9 de abril de 2013

Yoani, la embajadora itinerante del pueblo de Cuba... y otros cuentos de camino

La gira internacional y triunfal de Yoani Sanchez es un golpe duro a la ya resquebrajada imagen del castrismo -o "revolución cubana", como todavía llaman a ese horror los izquierdosos que plagan este mundo; es también un tanto a favor de la Cuba que muchos deseamos... o casi.


Ahora, la pregunta que se impone es ¿por qué R. Castro dejó salir a esa mujer valiente y sin pelos en la lengua?
Aún sin conocer los detalles, es fácil deducir la razón: Conveniencia.

El régimen está aprendiendo a vivir con los nuevos tiempos; ya se miden antes de fusilar a tres negros, o hundir un remolcador cargado de niños (siempre que la negrada se mantenga mansa, que ahí están los tanques para aplastarlos); aunque todavía se permite la humorada de "accidentar" opositores y encarcelar a algún que otro escritor, periodista, y otras inofensivas aves de cantares discordantes con el coro oficial.

Castro II está al final de su vida, su reino en bancarrota, la colonia bolivariana y sus tributos pueden perderse, se mantienen la posición común europea y el embargo comercial norteamericano (dos chistes, pero que les arrancan amargas carcajadas cuando de créditos blandos se trata), no encontraron petróleo, el secuestro de Alan Gross les salió por la culata, las tímidas reformas no resuelven la carestía y escasez crónica y general de bienes y servicios... y la lista es interminable. Entonces (a los de afuera) nos soltaron a Yoani para entretenernos, y a los de adentro les abrieron la talanquera del corral.


A la señora (y todos los demás ultrapacifistas) se le permite viajar porque es INOFENSIVA, y su carisma hace invisible al resto de la oposición interna.
El castrismo solo caerá como surgió: De manera violenta y con apoyo popular; Yoani predica -en el espacio virtual- la "lucha no-violenta", y es  desconocida por los millones de desconectados, desinformados y envilecidos que conforman el llamado pueblo-rebaño cubano.

Yoani en Cuba es un cero a la izquierda.

El castrismo no se caerá por sí solo, ni a blogazos, tuitazos y otros amagos virtuales; a los gorilas verdeolivos hay que arrancarle el poder, ya sea por golpe de Estado o guerra civil-megamaleconazo de aseres y nagües desesperados... o esperar 20 años a que La Junta se digne a transitar a la burmana, y enarbole la entonces envejecida Yoani como prueba de "tolerancia" y esperanza por un futuro que demore otros 30 años más... ¡Y feliz primer centenario del castrismo queridos amiguitos!
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Así, de mi parte la diría a tan admirable mujer: ¡Bravo Flaca!; y al resto: Si en verdad queremos una Cuba libre, tenemos que fajarnos a tiros para lograrlo... y por lo que veo, tenemos tanto amor a nuestros obesos traseros, que por el futuro previsible seguiremos contentándonos con hablar mierda... y "que el muerto lo ponga otro".

¡Viva Cuba Libre! ¿Verdad?









2 comentarios:

  1. bueno.......estas certero en todo...... la flaca no puede abogar por tiros dentro de la jaula, la encierran enseguida.....por lo tanto tiene que irse por la vuelta pacifista..... y los de afuera como dices preocupados por el trasero gordo asi que seguimos en esta mierda por lo menos hasta que guinden el pollo un par de hermanos y despues veremos.....

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  2. @Anónimo17 de abril de 2013 07:51: Creo que Yoani es una mujer extraordinaria, y enfilarle los cañones -por lo menos por ahora- es un error y hasta una pendejada; pero mal andamos y muy escasos de pantalones si esperamos que tan frágil mujer nos saque las castañas del fuego.

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