Un blog tan narcisista como los demás, desde donde chancleteo al mundo desde el sacrosanto punto de vista de mi ombligo.
domingo, 30 de septiembre de 2012
Afilando lápices y rellenando plumas; porque huelo sangre
La "Huelga de los Aguacates" -que así pasará a la heroica historia patria [un poco de humor aligera la tragedia permanente, gracias Martha], ha generado tibias reacciones desde la oposición tradicional; pero no nos dejemos engañar por las apariencias, que este es un prometedor y preñado silencio que -si la experiencia sirve de algo- será breve y parirá chancleteos monumentales.
El primer capítulo del culebrón -cortesía segurosa-mostró el harakiri de Martica-San con un afilado aguacate, y la decapitación con sancocho carcelario del huelguero (que no es sinónimo de huelguista) desertor.
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Este capítulo me recuerda el viejo chiste del Goat Fucker:
An old man walks into a pub in Scotland, his feet shuffling, his back bent; he drags himself onto a stool and orders a beer.
Placing the full glass in front of him, the bartender inquires upon his sad face; the man answers with a smoky and trembling voice and a thick Scottish accent:
"Ah, tell ya man! This pub, this very pub we're just sitting in, I built it with me own hands! but do they call me the Pubmaker? Naa!"
"See the wall over there, that protects our town? I build it with me own hands!, but do they call me de Wallmaker? Naa!"
"And the bridge, you know, that crosses our river, I built it with me own hands! but do they call me de Bridgemaker? Naa!"
"But I tell ya man! You FUCK JUST ONE GOAT...!"
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Así es girl, you ACEPTAS UN AGUACATE... y te jodiste Macumeca, it's over.
Pasarás a la historia como Martica Aguacate; y es tu culpa, dándole oportunidad al enemigo con tus contorsionismos morales y tu falta de cerebro en permitir el contrabando de comida sabiendo que ¡por supuesto te vigilaban!¿o por eso lo hiciste para cagar a la oposición? y de cojones en no salir al ruedo y defender tu posición, tu respuesta fue decir que no tenías que dar explicaciones. ¡Claro que tienes que explicarte y convencer además, o nunca podrás resucitar el cadáver político en que te has convertido.
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