jueves, 23 de junio de 2011

♫♫♫ Te pareces tanto a , que no puedes engañarme ♫♫♫

El Papa:"Usted es el líder envejecido de una fe asediada que no tolera el disenso. ¿Qué quieres de mí?
Castro:  "Indicaciones".
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Este mundo está lleno de "parecidos" o coincidencias que hacen la delicia de un bloguero; como esto de una revista católica publicando un editorial contorsionista al más puro y desfachatado estilo "Granma".

Hoy en la mañana ví en Café Fuerte un editorial de Palabra Nueva, firmado por el vocero de la Arquidiócesis de La Habana, Orlando Márquez Hidalgo; quien no solo es fundador de esta revista, también es su director. En el 2004 ganó el premio UCIP "a la excelencia periodística" por un sinuoso artículo -que en mi inexperta opinión- mereció el premio al malabarismo del Circo Nacional.

Ahora Márquez Hidalgo nos regala otra joya de su elástica pluma en su editorial "La Mediación de la Iglesia", en donde pretende explicar el papel (el papelazo diría yo) de la Iglesia Católica cubana y su Cardenal en la "liberación" de los presos políticos de la Primavera Negra del 2003.
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Antes de intentar zafar los costurones del macuto con que Orlando Márquéz intenta vendarnos los ojos, permíteme decirte que pienso de la Iglesia Católica ["Cubana"] y de su Cardenal:
  • La Iglesia "cubana" responde a los intereses de la Iglesia Católica.
  • La Iglesia Católica es un influente grupo de poder internacional constituído en el Estado del Vaticano; o sea una teocracia donde un indivíduo -el Papa- no solo es el líder vitalicio del gobierno de su nación, además se proclama "representante en la Tierra del Dios único y verdadero". 
A modo de comparación: La República Islámica de Irán es también una teocracia regida por un ayatola, pero este comparte el poder con un presidente y un parlamento, lo que no sucede en El Vaticano teniéndo este último una estructura aún más vertical, rígida y jerarquizada que la de su colega el teócrata persa.

[Irán ahorca homosexuales y lapida adúlteras, y la Iglesia solo los condena a torturas eternas en el infierno...]

En lo esencial no hay tal Iglesia "cubana", porque en el fondo esta es una organización internacional con su casa matríz en el Palacio Papal; así se puede concluir que la Iglesia vela por sus propios intereses -los del Vaticano- y estos no necesariamente coinciden con los del pueblo cubano y mucho menos con los de la oposición a la tiranía castrista. 
El comprobado y continuado colaboracionismo del gobierno del Vaticano con regímenes totalitarios (aquí), su intolerancia contra sus críticos y la amoralidad mostrada en el escándalo mundial de su complicidad y protección a los curas pederastas -pienso- lo descalifican como a un negociador o "mediador" válido.

La Iglesia no tiene el prestigio para negociar a nombre de un tercero, y en el caso de Cuba, los afectados -presos políticos y sus familiares- fueron excluídos de estas conversaciones; tampoco el pueblo cubano conoció los detalles de lo que se cocinó en La Habana, Madrid y El Vaticano.

La pretendida "mediación" fué una negociación entre Iglesia y gobierno de la que todavía no conocemos el quid pro quo final, pero sí que sus resultados fueron muy convenientes al raulismo: Deportar a presos de alto perfil internacional y a sus familiares, diezmando al movimiento Damas de Blanco -el único que logró protestas constantes y sistemáticas en las calles "de Fidel", debilitó aún más a la oposición interna, blanqueó su dañada imagen internacional, y ofreció con las "liberaciones" una excusa a Europa para derogar la posición común.

Otro "detalle", creo el más importante, es el timing de este aquelarre: La Iglesia se "interesó" por los presos luego que las Damas de Blanco y la huelga de hambre de Fariñas acorralaron al gobierno cubano, potenciados por la muerte de Zapata.
 Esos infelices se pudrían en las prisiones cubanas, y solo cuando a los Castro se les hizo la presión internacional y doméstica intolerable ¡voilà! aparece el oportuno dúo ensotanado: Jaime Ortega y Tarcisio Bertone.

A mí casi me da risa la pretensión de la Iglesia Cubiche de mostrarse como "mediadora", cuando todos sabemos que en la política doméstica de la isla, es -cuando más- un cero a la izquierda, si le damos el beneficio de la duda de que no es una colaboradora del régimen.

Pregúntese: ¿Cómo es posible que el escándalo mundial de los curas pederastas no llegó a Cuba?
Quizás tuvimos suerte y "nuestros" curas son los más puros del mundo, o esos pecadillos -celosamente guardados- quizás sean unos de los tantos hilos (ya no tan) invisibles con que el gobierno y la Seguridad del Estado manipulan las sotanas del patio a su conveniencia y placer.
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Volvamos a Orlando Márquez y su editorial "La Mediación de la Iglesia":

Comienza con una frase que es un modelo de cinismo: "Un fundamento en materia de comunicación social, y por tanto humana, afirma que nuestra opinión depende de nuestra información." 
¿Alguna vez se publicaron los detalles de las "negociaciones"? Ni siquiera se le permitió a la oposición participar en este evento; y hoy este vocero de la arquidiócesis se atreve a regañar a quienes ellos mismos desinformaron (en complicidad con el gobierno); y la razón es porque AHORA -luego de finalizado el proceso de deportaciones y "liberaciones" y que la actuación del Cardenal ha sido cuestionada en España, es cuando nuestra sacrosanta iglesia tiene a bien embutirnos su versión de los hechos; demostrando su indiferencia, si no desprecio y arrogancia por -primeramente- sus feligreses, la oposición y los cubanos todos.

Por supuesto que necesitamos de información para formular opiniones acertadas y justas, pero esta es una verdad que este señor está manipulando para hacernos tragar la tardía y conveniente versión de los hechos según la arquidiócesis.

La falacia es tan transparente, que trata de justificarla -y se desenmascara a la vez- con un sermón traído por los pelos: "el fundamento mencionado de la comunicación social, como los otros revelados en el sermón de la montaña, necesitan de la verdad, aquella que conviene y puede ser conocida.".
Así que la verdad "necesaria" es la que conviene y puede ser conocida; entonces él no defiende sencillamente la verdad y solo la verdad, si no la que conviene ¿a quién?, y la que puede ser conocida ¿quiénes tienen el derecho de determinar por nosotros cuál verdad o parte de ella puede o no ser conocida?
¡Ya caigo: "en silencio ha tenido que ser..."! El ubicuo y maleable fantasmón martiano justificando las iniquidades de los pillos patrioteros.

Le recordaría a este señor que el tiempo en que los curas encadenaban las biblias al altar (y los herejes a la hoguera) ya pasó hace siglos, que en el siglo XXI y con la Internet, la transparencia y no el secretismo es la mejor defensa a los cuestionamientos y opiniones de una lectoría interactiva e interconectada, capaz de buscar y encontrar otras fuentes de información, y de propagar sus descubrimientos u opiniones. Recomiendo dejar de citar sermones antiquísimos, y sintonizarse con la actualidad y las necesidades y el poder del lector moderno.

Vea esta delicia: "Es oportuno, cuando ha transcurrido más de un año desde que se inició el proceso de diálogo entre la Iglesia y las máximas autoridades del país... referirse a estas excarcelaciones y expresar de modo sintético cuál ha sido el papel de la Iglesia." .
Resulta que la Iglesia tiene en tan poca consideración la opinión pública nacional, que se arroga el derecho a ¡luego de un año! y por su conveniencia a darnos a conocer su mutilada, desfigurada, conveniente y sintética "verdad". ¿sintética por lo artificial o por su parquedad?

Esos son los tipos y la institución que esperamos nos ayuden a construir un país mejor, los "mediadores"... los benditos tartufos de siempre y en todas partes.

Aquí ningunea a las Damas de Blanco: "A pesar de que las presentes en la reunión eran cinco mujeres relacionadas directamente con solo cuatro prisioneros, afirmaron más de una vez que representaban a los 53 que aún quedaban en prisión de un total de 75 sancionados en el año 2003."

Luego desdice a los presos deportados y exime de culpas a Castros y Curas: "es incorrecto afirmar que fueron forzados al exilio, u obligados a viajar como condición para no seguir en prisión."

Disfruten el cinismo conque explica la sordera gubernamental y la de la Iglesia a los reclamos de las víctimas: "en ningún momento se planteó la posibilidad de una mediación entre las autoridades y sus opositores, pues no hubo reconocimiento ni comunicación mutuos." (el énfasis es de nuestro prestidigitador).

Y para el grand finale guardé esta conclusión grotesca e insultante: "es probable que se mantengan las posturas erradas y el rechazo a la verdad dicha, al menos la verdad que se puede decir en este momento desde la Iglesia, pero eso ya no podría considerarse ignorancia sino perversidad."

Lo anterior, en idioma español, quiere decir que quienes no aceptan la versión de la Arquidiócesis, cómo y cuándo a esta le convenga son unos PERVERSOS... 

Este tipo -y la Arquidiócesis de La Habana, por ser él su vocero- encima de creernos idiotas, también nos ofenden por el simple hecho de ejercer nuestros derechos a la libre expresión y al flujo de la información.

Reitero NOS ofende porque este articulejo panfletario lo publicó en la Red, en la página oficial de la revista Palabra Nueva, el órgano de prensa de la Arquidiócesis de La Habana, y de la Iglesia Católica cubana. 
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Y un detalle final: El artículo es un editorial, pero es sabido que los editoriales no se firman, no se les adjudica a un indivíduo -a menos que este sea muy poderoso o famoso y constituya una institución por sí mismo-  porque este tipo de información refleja la opinión de una organización; sin embargo Orlando Márquez Hidalgo editorializa y firma a la vez, lo que no me parece sea un error accidental siendo él un editor experimentado, fundador de su revista y periodista premiado.

Como soy un "perverso" (casi todos lo somos, gracias a Orlandito) voy a asumir que Márquez Hidalgo firmó su editorial por si su mamotreto provocaba una reacción negativa para sus adorados curetes, sacrificarse como buen cordero que es y mostrar su firmita como prueba de que esto solo fue su opinión personal y no del cardenal  cubiche... pero siendo el editor de la revista de la Arquidiócesis, esta jugarreta sería inútil.
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Te invito a que le escribas unas cuantas "perversidades" al ilustre ilusionista : omarquezh@iglesiacatolica.cu
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Update 06/26/11 Cardenal Ortega es demasiado amistoso con los Castro, y presionó para cerrar la revista Vitral (El Nuevo Herald/Wikileaks).
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Update 06/28/11 Oswaldo Payá responde con dureza a Orlando Márquez Hidalgo (Martí Noticias).




















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