Titi-Caca, Marzo 5.
Los líderes del ALBA, tras conocerse el deceso del Querido Líder se reunieron en el altiplano boliviano para exigir que el flujo de petróleo y de maletines no se interrumpa.
Cristina I de Argentina, planteó que sin los maletines chavistas atestados de dólares es imposible mantener la democracia en América Letrina, tampoco ella y su familia podrán comprar más centros turísticos, y las pobres Madres de Mayo perderán sus chulitos veinteañeros.
Correa por su parte mantuvo que su guerra privada contra los medios de comunicación de su país necesita de fondos constantes y sonantes, así como sus cuentas bancarias y shell corporations.
Dilma esquivó el papelazo, explicando que Lula es el experto en dineros informales, que lo de ella son las guerrillas marxistas y las chicas de Ipanema; pero prometió consultar a sus ex-handlers de la STASI.
Mujica se encojonó porque no le dijeron a tiempo la jugada de los maletines.
Humala y Evo proclamaron que con tanta coca que venden, Maduro puede meterse los maletines por el mismísimo Miraflores.
Daniel Ortega bebía en silencio a pico de botella "Flor de Caña", mientras acariciaba pensativo a una hijastra en su regazo.
Raúl Castro le dió un par de nalgadas cariñosas a Maduro, y concluyó que con los millardos en remesas de los exiliados no le importaban los maletines cachirulos, pero que si Caracas interrumpía los envíos petroleros, el siguiente día las Fuerzas Armadas cubanas ocuparían a Venezuela en fraternal misión internacionalista y bolivariana.
Maduro prometió comunicarse -por escrito y por más de cinco horas- con Chávez de inmediato.
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