Un blog tan narcisista como los demás, desde donde chancleteo al mundo desde el sacrosanto punto de vista de mi ombligo.
domingo, 2 de enero de 2011
Desde la tecno-prehistoria
Haciendo la limpieza de invierno acabo de encontrar en un cajón este dinosaurio tecnológico: Fue uno de mis primeros teléfonos celulares; un Nokia que pesa más de una libra, pantalla en blanco y negro (más bien en verde-churroso y negro), por supuesto sin cámara ni conexión a Internet; y la pila, aunque del tamaño de un ladrillo, apenas duraba unas 6 u 8 horas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
olle si es tan grande ese celular ¿porque no te lo metes en el orto?
ResponderEliminar