El singular caso del pintor-pederasta es harto conocido, pero queda una pregunta flotando: Si este señor de 46 años y alto perfil público, en un viaje al extranjero promoviendo sus obras no fue capaz de contenerse y abusó de un niño de 5 años, ¿de cuántos más niños habrá abusado en Cuba, donde él es uno de los intocables de la élite artística nacional?
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"Looking from the height of desire", pieza de A. Bejarano.
-Suerte que Freud ya no anda por estos lares-
-Suerte que Freud ya no anda por estos lares-
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