... y qué vivan los "contactos pueblo a pueblo".
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Hay tantas opiniones como traseros; la mía es que todos los que están o estuvieron en la piñita cubiche son, o al menos fueron cómplices del castrismo; y tampoco me interesa una melosa reconciliación sin justicia -aunque sé que a la mayoría de los esbirros nunca se les condenará.
Hay gente que despierta y/o se arrepiente, pero al menos deberían de disculparse y pedir perdón, no pasear triunfalmente por la capital del exilio y esperar el silencio de sus víctimas y la complicidad del público.
Que los EE.UU. les den visa a tales personajes no podemos evitarlo, pero sí creo es importante sacar a la luz pública los excesos y abusos de los cómplices directos del castrismo.
Golpear a una persona porque piensa diferente es un delito en cualquier nación civilizada; la gente que participaron en los llamados mítines de repudio son delincuentes violentos que merecen estar en prisión y no disfrutando del turismo culturoso o de los privilegios de la ley de ajuste cubano.
No sé si Daysi Granados insultó y golpeó a Juanita Baró, pero si lo hizo y mintió, es dos veces culpable y debería estar en una celda, no en un escenario.
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