jueves, 9 de septiembre de 2010

Anécdotas de Gtmo. Bay; Bingo para Habanita

Volviendo al tema de los espías.
"Habanita" era un cincuentón de mediana estatura, canoso y fornido, toscón, parecía un albañil ascendido a jefe de brigada o algo así; de apariencia simplona, pero con más trucos que una chistera de mago.
El tipo, en unos pocos días, se logró colar como cocinero en una de las Cocinas Gigantes de Gtmo; donde se elaboraba la comida de los refugiados.
Del sitio, el hombrín sacaba las bolas de jamón, cajas de leche, azúcar... lo que le encargaras.
 Él era una lámpara en esos cambalaches del mercado negro balsero; y también montó un salón de Bingo, para seguir buscando plata en las noches... y conexiones con cientos de refugiados.

Pero "Habanita" era mucho más, era un espía de La Habana; que en el más puro estilo peliculero, operaba en su casino, el modesto bingo balsero, al aire libre y con bancos de tablas y bloques de concreto.

Nos enteramos de su fuga por él mismo, en una entrevista por la radio local cubiche (que los comuñángaras armaron del otro lado de la cerca, para lavar cerebros y comunicarse con sus chivatientes dentro de La Base).
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El tipo se hizo de un paquetón de dólares en sus trapicheos, realizó su tarea, escapó indemne, y para colmo se burló de nosotros en transmisión abierta para toda la base...
Lo cortés no quita lo valiente, así no puedo menos que admitir nos la jugó bien el cabrón.
¡Bingo para "Habanita"!

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