Eso de tener un policía haciendo "visitas de cortesía", o sea, espiando los patios de los vecinos, y dejando noticas en las puertas para que estos sepan que Big Brother is Watching !!!... Uhmmm.
En el vídeo, el agente admite que reciben llamadas de vecinos preguntando si han sido multados, y vemos como el oficial revisa un portón de una cerca, y pese a que no está abierto, ni presenta señales de entrada forzada, el celoso oficial se empina de puntillas para mirar DENTRO de la propiedad, en un patio cercado.
A estas violaciones de la propiedad y la privacidad, acostumbramos a aceptarlas bajo el lema: "Quien no la debe, no la teme"; sin percatarnos que esa "protección", en la práctica, disminuye a los vecinos, a la estatura de menores de edad con un Papá Policía, que por el "bien común" se entromete en sus vidas y propiedades.
Hay quienes ven esta "policía comunitaria" como algo positivo; ok, si eso es lo que quieren, con darle a las autoridades su autorización individual basta.
No hay necesidad de que quienes valoran sus derechos, se sometan a una "protección" insolicitada.
Los cubiches, con nuestra manía de copiar los usos del Batey materno; ya nos inventamos un Jefe de Sector en Hialeah Gardens... ¿Qué vendrá después; CDR's, guardias de vecinos y su correspondiente grupito de chivatientes?
¡No me cuides tanto, anda; saca tu narizota de mi patio y despega tus notas de mi puerta, please!
Es que cada vez que "compramos" seguridad, pagando con derechos y libertades individuales, terminamos con otro grillete en los tobillos.
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El vídeo es de El Nuevo Herald, donde a ningún periodista se le ocurrió explorar la noticia desde el ángulo watchdog (perro guardián), las consecuencias de este programa en los derechos de los habitantes de Hialeah gardens.
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